lunes, 16 de mayo de 2016

La música como instrumento social



La música se entiende hoy en día como algo intrínseco en la sociedad, como algo que nos diferencia y como una forma de expresar nuestros sentimientos tanto como de enaltecer nuestra herencia cultural. Sin embargo, no siempre fue así. Hoy en día gracias a los avances tecnológicos tenemos los medios para llegar a múltiples oyentes, dejar partituras inmortalizadas en internet, y escuchar música de distintas épocas y partes del mundo; algo que hace 500 años ni siquiera Enrique VII[1] con todo su poder pudo tan siquiera haber imaginado.
Si vemos la música de manera simplista como un medio de comunicación, utiliza varios de los canales más importantes que se tienen actualmente, tales como la radio, la televisión, el internet y los conciertos. Muchos de estos medios ofrecen difusión gratuita, y se presentan como una gran oportunidad para transmitir mensajes con un objetivo específico, entre ellos, el bienestar social.
Sin embargo, dado que el medio se encuentra abierto a todo tipo de personas, el mensaje es tan diverso como abundante, y la aceptación por parte del oyente es fundamental para que el mensaje se extienda.
En México, por ejemplo, la violencia y el narcotráfico generaron los narco corridos que generaron aceptación entre los miembros de estas bandas, exaltando al narcotraficante como un héroe. Este género tuvo tal aceptación que el gobierno tuvo que intervenir para procurar evitar que este tipo propaganda narcotraficante adhiriera nuevos oyentes a las bandas y la relación entre este tipo de música en la radio con la ola de violencia que sufre este país (1).
Como iniciativa para combatir la violencia y la música asociada a la violencia, se ha tratado de implementar la música clásica como instrumento de cambio para algunos de los niños de los barrios más violentos de México (2), no sólo para desestimar la aceptación del mensaje violento propagado por los corridos y la música popular, sino también para mostrar que ellos también están en capacidad de transmitir su propio mensaje a través de la música, y de generar un sentido de pertenencia al ser miembros de una banda musical y no una banda criminal.
La Universidad Autónoma de Barcelona presentó unos cuadernos de educación que pretenden utilizar la música como instrumento de educación para la paz donde por medio de distintas piezas musicales se intenta transmitir emociones y conceptos sobre la guerra y la paz (3). Se hace referencia también a bandas que se han identificado a sí mismas como en contra de la violencia (como ejemplos John Lennon, REM, U2, etc.) que pueden transmitir un mensaje muy poderoso y llegar a un público muy amplio; y que logra desplazar las condiciones de violencia que se viven y se transmiten en los ambientes del narcotráfico.
La música como instrumento de paz también ha sido implementada en países de áfrica donde la violencia y las condiciones extremas de pobreza se han convertido en una oportunidad para ofrecer todo tipo de ayudas, entre ellas el acceso a la música (que en otros lugares del mundo damos por hecho) a través de instrumentos y la posibilidad de aprender a tocarlos (4). Dicha organización busca la construcción de escuelas de música, la donación de instrumentos y partituras, y el uso de conciertos que aseguren la tradición musical de dichos países, y como una forma alternativa a la violencia para dar su mensaje.
La música como difusora de mensajes del público negro, joven, o marginado la hacen una herramienta que es capaz de acentuar los pensamientos de dichos grupos, que pueden influenciar decisiones importantes en contra de la violencia, a una escala mucho mayor que la simple transmisión del mensaje.
Si tomamos como ejemplo la interpretación de Jimi Hendrix del himno nacional estadounidense, “The Star Sprangled Banner” en Woodstock, 1969[2], se puede identificar una connotación social típica del momento, donde la propaganda en contra de la guerra de Vietnam daba resultados entre los movimientos de los jóvenes. Resulta interesante como a través de la distorsión de la guitarra, la afinación modificada y pedales de efectos no solo modifican la melodía creada 180 años antes, sino también el significado y la letra del poema, donde ya no se ve gloria en la victoria de la defensa de la patria y los valientes soldados del fuerte M’Henry, sino una distorsión de dichos ideales, unos objetivos militares desafinados, y unas políticas que no identificaban al movimiento joven que representaba Jimi Hendrix.
Se puede considerar dicha interpretación un éxito, y como uno de los factores que terminaron con el retiro estadounidense de Vietnam.
Movimientos musicales como el Jazz, Blues, Soul, R&B, surgieron también de herencias culturales (sobre todo de música negra) en un ambiente donde el racismo y la discriminación trataban de preservar las costumbres blancas, una música culta que exacerbara los valores tradicionales, y que a la vez trataba de distanciar todo lo diferente, especialmente por el color de la piel.
Fue entonces que la música (se podría decir, en sus inicios puramente underground) de estos grupos no es solo una rebeldía desde el punto de vista que va en contra de lo que se considera tradicional en los valores y la sociedad predominantemente blanca, sino también con una estructura musical diferente, métricas distorsionadas y en general melodías que tampoco eran socialmente aceptables, y que hoy en día incluso han generado una división en la música, con grupos de músicos clásicos que se atreven a preguntar sobre la validez del jazz como estilo musical, considerándolo como un genero inferior (4). Esto arraigado desde antes de la edad media, donde la música culta era reservada para la nobleza, y cualquier intento musical diferente carecía de validez, y el total irrespeto hacia las herencias y diferencias culturales de otros grupos.
El simple hecho de conocer los fundamentos matemáticos para la creación de un instrumento musical, o entender una partitura aumentaban la brecha social entre los que tenían acceso a la música y los que no.
Los avances tecnológicos, el sistema comercial y el desarrollo industrial acelerado han afectado también a la música, usualmente, disminuyendo esta brecha social.
Comparativamente, en el siglo XII-XIII donde florece el barroco, tiene gran relación con el contexto social donde aparece. Los grandes y poderosos monarcas como una manifestación más de su poder, hacen del músico un sirviente, y de las mejores piezas musicales otra diferenciación social con las demás clases de la época: no olvidemos que dicha música fue conocida como la música culta, reservada solo para las más altas clases económicas y sociales.
Hoy en día el asunto no podría ser más distante, ya que desde el fonógrafo de Edison inventado en 1877 (4), no se necesitaba de un músico y un instrumento para reproducir una pieza musical, reemplazándolo por un tambor o disco que permitía reproducir varias veces una pieza musical en dicho aparato.
Esto representa un cambio muy importante en la manera como vivimos la música. El ser humano siempre ha tenido la necesidad de trascender a la muerte y dejar algo a las generaciones futuras. La única forma de preservar una melodía fue por mucho tiempo similar a las historias de tradición oral, sin ningún registro sobre ellas. El epitafio de Sícilo, la pieza musical más antigua de la que se tiene registro,  utiliza distintos símbolos que deben ser interpretados como notas musicales, lo que la convierte también en la partitura más antigua que se conoce (5). Hoy en día, además de disponer de partituras (que necesitan ser interpretadas) la música se ha integrado en todos los niveles y aspectos de la sociedad mediante los medios para grabar y reproducir piezas musicales sin necesidad de intérpretes, transmitidas de manera gratuita por el aire (radio), que hacen que hoy podamos vivir sin conocer instrumentos musicales pero estemos completamente inmersos en la música.
Sin embargo, el libre acceso a la música que se ha promovido en los últimos años, por causas tanto tecnológicas como sociales y culturales está lejos de ser vista como una herramienta de paz o de promoción cultural. El sentido artístico de la música ha sido estudiado durante muchos años, y aún no tenemos la capacidad de decir a ciencia cierta si una pieza musical es más artística que otra, o la relevancia que tiene en nuestra sociedad de acuerdo al mensaje que trata de promover. Lo que sí se puede identificar es que los grandes músicos de la historia han tenido mensajes muy claros sobre los sentimientos más profundos del ser humano.
Si tomamos como ejemplo el movimiento grunge y la historia de Nirvana, las melodías sencillas junto con coros depresivos y letras melancólicas, identificaron (e identifican aún actualmente) a un gran número de jóvenes, y que fue recibido como un mensaje que no era bueno para aquellos jóvenes, que le daba poder a la rebeldía y que mostraba el suicidio como una salida a todas las situaciones depresivas que Kurt ponía en su música.
Para esa época, la música atravesaba otro momento difícil: grupos religiosos emprendieron una cruzada para acabar con todo tipo de música que estuviera en desacuerdo con los “ideales y valores de la iglesia cristiana” creando todo tipo de acusaciones contra grupos como Judas Priest o Marilyn Manson.
Sin embargo, estos intentos fracasaron. En el juicio de 1997 en contra de Marylin Manson por el suicidio de un joven, de acuerdo a  su padre por las “letras de la canción que contribuyeron a la muerte de mi hijo” (8) y acusado de influenciar en la tragedia de Columbine. En palabras de Manson:

“America loves to find an icon to hang its guilt on. But, admittedly, I have assumed the role of Antichrist(…)I'm a controversial artist, one who dares to have an opinion and bothers to create music and videos that challenge people's ideas in a world that is watered-down and hollow. In my work I examine the America we live in, and I've always tried to show people that the devil we blame our atrocities on is really just each one of us.” (9)

La música siempre será una expresión de los sentimientos del ser humano. El desarrollo de programas sociales inclusivos y la facilidad con la que se realizan piezas musicales hoy en día son fuerzas que han cambiado la forma como se patrocinan las capacidades musicales y la forma de ver la música (antes reservada solo para la nobleza) lo que indudablemente vuelve la música un ser cambiante, multicultural y pluralista; donde es fácil encontrar confrontaciones culturales y sociales que se expresan a favor o en contra de los prejuicios que existían incluso hace 100 y 50 años. No todos tienen la capacidad de producir piezas musicales pero si de escucharlas y sentir su mensaje, para estar de acuerdo o en desacuerdo con los paradigmas sociales y sentirse identificado con otras personas que piensan de manera similar, al menos musicalmente.



REFERENCIAS

1. Revista Semana. www.semana.com. Corridos Prohibidos: lo que sólo se dice cantando. [En línea] http://www.semana.com/entretenimiento/articulo/corridos-prohibidos-solo-dice-cantando/119024-3.
2. Noticias MundoFox. Musica clasica instrumento de cambio social. MundoFOX. [En línea] http://www.mundofox.com/noticias/musica-clasica-instrumento-de-cambio-social-7549.
3. Alba Sanfeliu Bardia, Marina Caireta Sampere. La música como instrumento de educación para la paz. Bellaterra (Barcelona) : Universidad Autonoma de Barcelona, 2005.
4. Instruments of Peace. Instruments of Peace. Our Mission. [En línea] http://instrumentsofpeace.com/.
5. Lewis, John. Make it up as you go along. The Guardian. 2008.
6. Educar.org. El fonógrafo. [En línea] http://www.educar.org/inventos/fonografo.asp.
7. Find a Grave Memorial. Seikilos Epitaph. [En línea] http://www.findagrave.com/cgi-bin/fg.cgi?page=gr&GRid=88882228.
8. library, The free. FATHER TELLS SENATORS ROCK GROUP'S LYRICS LED TO SON'S SUICIDE. Daily News. 1997.
9. Manson, Marilyn. Columbine: Whose Fault Is It? . 1999.




[1] Rey de Inglaterra entre 1485 y 1509
[2] http://www.youtube.com/watch?v=Cm--bJzFNbc

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